Identidad
- Escrito por Daniel Modai
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Victoria que ilusiona. En la vuelta a la competencia, River goleó de local y ahora sí se mete de lleno en los próximos duelos decisivos. Colo-Colo y el rival de toda la vida serán el parámetro que marcará el rumbo de la segunda etapa del Muñeco. Las emociones de esperanza, deseo y confianza se hicieron presentes en una noche monumental.
El tiempo es tal vez uno de los botines más preciados que puede tener el ser humano y si lo aplicamos al deporte más aún. El trabajo tanto físico como táctico te permite fortalecer cuerpo, mente y alma. El párate por eliminatorias, le vino como anillo al dedo a Gallardo. Poder trabajar con un plantel que venía golpeado anímica y físicamente que era lo que él estaba pidiendo a gritos. La mini puesta a punto de 10 días pasó básicamente por la recuperación de una marca registrada. Un estilo de juego que tanto nos identificó en los últimos años.
Más allá de los cuestionamientos a Demichelis, este plantel tiene que hacerse cargo de la falta de respuestas. Luego de la pretemporada dónde se supone que el equipo debería formarse para el futuro, el plantel no dió señales de vida. Evidentemente las culpas compartidas entre el emisor y el receptor dejaron al descubierto los problemas comunicacionales que fueron recurrentes en el anterior proceso. El ciclo detonó y hubo que cambiar sobre la marcha. Borrón no se pudo hacer pero sí una cuenta nueva.
Llegó Gallardo y con él sus métodos y formas. Presión, dinámica con y sin pelota, laterales altos, rotación y búsqueda constante son algunas de las características que nos dieron esa impronta tiempo atrás. De a poco se ven algunos cambios en el equipo por tiempo más prolongado. Más allá de alguna siesta donde perdimos la pelota, River fue absoluto dominador. El analisis de Gallardo al llegar fue un verdadero acierto. Apuntar a la defensa. Jugadores de jerarquía y sobre todo por los laterales. Bustos y Acuña pisaron innumerables veces el área, fueron constantemente al ataque siendo los faros de proyección que necesitaba el equipo para sorprender. La solidez y el liderazgo de Pezzela sumaron para volver a confiar en una defensa que queda muy expuesta por el juego de River. No sorprende que se produzcan errores individuales en la salida. La concentración es fundamental en estos casos donde el error puede salir caro.
La recuperación del Kranevitter modo corazón del equipo parece estar en camino. Si hay una especialidad del Muñeco, es recuperar jugadores derrumbados en un rincon del hogar. Rodeado de volantes internos, Gallardo pretende una rápida transición en el medio para filtrar por dentro o alargar la cancha por afuera y así llegar al área con peligro de gol. Por otro lado, será un desafío encontrarle a Nacho la mejor función para su actualidad. Sin la dinámica del pasado, Fernández puede sernos de utilidad. Ubicarlo en el momento y el lugar del partido indicado para hacer la diferencia con su calidad. Simón está cada vez más adaptado a su nueva función, ya sin la obligación de retroceder el pibe puede hacer uso de su pase al ras. De a poco el triángulo central va tomando forma, juegue quien juegue.
La relacion entre Borja y Gallardo puede llegar a ser tan explosiva como ganadora. La exigencia de Marcelo será factor motivador para el hambre de gol que tiene el colombiano. Lo queremos bravo, bravisimo con la red entre ceja y ceja. Borja se puso el traje de asistidor en el gol de Colidio. El pibe necesitaba hacer un gol para tomar confianza. Será el segundo delantero del equipo. Ese concepto de Gallardo en cuanto a las decisiones de quien empieza y quien termina los partidos es clave para que los pibes Mastantuono y Echeverri puedan brindarse por completo el tiempo que estén jugando sin necesidad de regular energías. De similares características, será difícil que convivan dentro del campo de juego muchos minutos. Sin dudas son las cartas ganadoras.
Recuperar la identidad. Ese es el desafío de Gallardo. River tiene que volver a vivir los partidos como si fuese los últimos. Esa voracidad que nos de los resultados y el volumen de juego esperado. Tuvimos unos días para recuperar la parte física, ahora hay que jugar al fútbol. Por qué de eso se trata, de ganar, gustar y golear. Semana clave para las mentes riverplatenses, movete River movete que está hinchada está loca, no podemos perder.
DANIEL MODAI
Imágen: Fer Arenas