El Libertador

Semana mágica. De la mano del Muñeco River se metió entre los cuatro mejores de América. En un partido durísimo, típico de copa, dónde la lucha prevaleció al juego, donde pensar era más difícil que parar la pelota, River se la bancó gracias a su confianza emocional y se llevó la serie.

 Un equipo recargado, que cuenta con la motivación extra de volver a tener en el banco al técnico con más poder de convencimiento del fútbol actual, expuso otra muestra de carácter. Gallardo transformó un conjunto tibio en un verdadero equipo de hombres. La mejor sensación que nos deja la victoria es el compromiso con el que el plantel afronta los partidos. Todos los jugadores saben que tienen que estar listos para cuando el líder los necesite. Para hacer pata ancha en las paradas difíciles hay que tener una gestión grupal donde cada uno se sienta importante, ese es el cuerpo principal de la fortaleza que propone el técnico. Secuelas positivas como las que dejan las victorias hay que aprovecharlas, construir sobre la batalla ganada es fundamental para confiar en el trabajo realizado.

Con más coraje que fútbol, River se cargó a un rival insoportable. Nos molestaron todo el partido, quisieron embarrar la cancha desde lo anímico, pero no lo lograron. River habló en el verde cesped.La fortaleza mental, la solvencia de equipo y el espíritu conseguido en estos nueve partidos desde que llegó Gallardo fueron fundamentales. Contaron con la ventaja extra del descanso y nosotros con el envión anímico de haber ganado el superclásico. Estábamos en inferioridad pero el Muñeco volvió a contradecir a los que piensan que no se puede jugar seguido en el fútbol argentino y por otro lado reafirma la teoría de que en River no hay suplentes.Hay camiseta de River y ese es el factor motivacional principal para jugar y jugar. Gonzalez Pirez se comportó en los dos partidos como un león, Simon se bancó gran cantidad de minutos. Nacho, que estaba al borde de irse a GELP a retirarse, corrió todo en los tres duelos. Bareiro fue titular en la boca y ayer le dio la responsabilidad de ensuciarse en post del equipo. Porque si Borja se va a fastidiar por que no la mete, afuera. Si Echeverri no aprende a bancarse las patadas, afuera, si el que salió 8 palos no corre, afuera, acá el que no rinde deja el lugar al compañero, punto clarísimo.

Siguiendo con los animales salvajes que defienden nuestra camiseta tenemos que nombrar a Pezzela. Pensar que no iba a venir porque el DT anterior tenía el puesto cubierto, ¡ay dios! No hay manera que le saquen la pelota a Acuña, un refuerzo extraordinario que le da un salto de calidad al equipo. Bustos maneja un tractor asesino, que cuerda que tiene, no se cansa nunca. Los momentos de los jugadores hay que aprovecharlos, sino preguntenle a Colidio. Cómo Gallardo te puede cambiar la vida en pocos días. El rubio no solamente metió el gol sino que se brindó por completo. La ventaja de estar atentos a la segunda pelota, nunca darla por perdida. Detalles que le dan a este equipo una expresión futbolística apta para asumir riesgos o bien contrarrestarlos.

No es un River avasallante pero sí colaborativo, que aprendió a utilizar la pelota parada para abrir los partidos como en Córdoba y en Chile. Sin el tiki tiki pero con la astucia de aprovechar las situaciones desde el error rival y las virtudes propias. Se adapta a sus fortalezas y necesidades sin descuidar las debilidades. Esto hace que el equipo se vea solvente. Con poco tiempo de trabajo y con objetivos a corto plazo, el cuerpo técnico visualiza horizontes cercanos, planificando semana a semana cuales son los elementos fundamentales a utilizar para poder conseguir los resultados que nos lleven a buen puerto. El famoso tren en movimiento dejó de ser una excusa para ser una motivación. Invicto en cuanto a resultados, el equipo evoluciona adaptándose a la situación de turno que no es poca cosa. El mejor diagnóstico fue cambiar, había que cambiar. Ahora bien, hay que mejorar. Primero porque no hay que conformarse y segundo porque jugando así contra los brasileros nos va a costar. Son partidos bravos donde hay que meter, es cierto pero no nos olvidemos que tenemos que jugar, en definitiva es lo que nos hace diferentes al resto.

Hoy jugamos con los colores tradicionales, esa banda que genera un respeto extra. Un Monumental repleto que sabe de festejos y de victorias. Ganamos un partido clave, liberamos la llave para ponernos a tiro de la copa. Vamos River, vamos por más que lo mejor está por venir.

DANIEL MODAI

Imagen: Fer Arenas