Entrevista de la cuarta pared a Sabrina Garciarena
“Soy muy responsable en el trabajo”
Cuarta Pared: ¿Cómo aparece el teatro en tu vida?
Sabrina Garciarena: “El teatro aparece de muy chica. Tuve la suerte de estudiar en un colegio donde había un teatro muy importante que era el Teatro Don Bosco, de Ramos Mejia, y ahí siempre veíamos obras. Y, algo que nunca conté es que la madre de mi primer novio, Lucho, es actriz asi que había algo por ahí también que me despertó en la curiosidad.”
CP: ¿En qué te basas a la hora de elegir un proyecto?
SG: Es una mezcla de muchas cosas. Obviamente el libro es lo más importante de todo, que sea una obra bien escrita, que me identifique no sólo con mi personaje sino con la totalidad. Creo que tanto en Teatro, Televisión o Cine lo más importante es el libro. Y después todo lo otro, quién la dirigiría, que compañeros tendría, cómo se va a realizar el proyecto. Igual, cuando era más chica estaba más a la expectativa de que me sorprenda todo. Por suerte igual siempre fueron canales importantes. Y ahora, hace unos años que sí, estoy mucho mas pendiente del proyecto en general. También hay algo de intuición que me pasa. En el caso de la última obra que hice (El violinista en el tejado) fue asi, me enamore del director, al segundo que lo vi me pareció un ser de luz, la obra es un clásico que está dentro de las 5 obras más importantes, Raul Lavie es mi ídolo número uno. Soy muy responsable en el trabajo. Vengo de una escuela en donde nos enseñaron que el trabajo en el medio se basa en la responsabilidad.
CP: ¿Cómo llegas a tu primer protagónico en TV? (Verano del 98)
SG: Tenía una manager que me venía planteando la idea de hacer televisión y yo le decía que no porque iba al colegio a la tarde y para eso tenes que ir al colegio de mañana. Hasta que un día me dijo “te animas a faltar una semana y media al colegio? Tenes un personaje que va a durar eso” Y era mi debut, así que no me negué. Fue todo muy raro porque muchos actores debutaron en “Verano del 98” pero eran todos actores que venían grabando hacia un año y yo entre a hacer un bolo, que es muy difícil hacer un bolo en una tira. Está buenísimo prepararse mucho para cuando te llegue el momento estar tranquilo.
CP: ¿Cómo fue la experiencia de trabajar en Italia y en España?
SG: Había echo una participación muy chiquita en una película de Marcos Carnevalle con Facundo Arana que se iba a presentar en Madrid y me dijo de viajar. Como mi mejor amiga vivía en Barcelona, fue la excusa perfecta para cruzar el charco. Ahí hice un par de pruebas y quede en una con Diego Pereti que él hacia de mi papá y la experiencia fue 1000 puntos. Fue toda una experiencia maravillosa. Me enamoré de España. Y sí, fue como empezar de 0 porque acá ya era conocida y ahí no así me que me gusto probarme audicionando en otro país y ver que gustaba lo que hacía. Italia vino más tarde que la Rai estaba buscando hacer una serie acá en Buenos Aires. Hice la prueba y me eligieron.
CP: ¿Sentiste que tuviste que rearmar tu carrera acá cuando volviste?
SG: No porque nunca me fui a vivir 4 o 5 años y me olvidé. Yo iba y venía. En el medio siempre hacía algo. O una mini serie, o una película o una campaña, asi que eso me obligaba a volver a Buenos Aires y aparte mi familia. No soy una persona que puede irse a vivir a otro país eternamente. No hubiese sido una posibilidad.
CP: ¿Cómo te llevas con la fama? ¿Cómo cuidan la vida privada con German Paoloski?
SG: No somos de dar notas juntos. El otro día hicimos unas fotos para una marca por el día de la madre y le dije “Ger, es la primera vez que hacemos una foto juntos”. German ama su trabajo y yo amo lo que hago y es muy vocacional lo nuestro y entonces la fama es una consecuencia de eso básicamente, no es algo que uno busca. Ni molesta ni vivimos de eso. No lo vivo como un peso. Me encanta cuando salgo del teatro y la gente me saluda. Es hermoso que le guste el trabajo. Me emociona mucho la gente que va al teatro.
CP: ¿Te gusta más trabajar en cine, teatro o televisión?
SG: Me gustan las tres pero básicamente tiene que ver con qué para cada cosa. Por ejemplo, “Los ricos no piden permiso” que fue la última tira que hice, la disfrute de punta a punta pero era trabajar 13 horas por día durante 13 meses con un hijo chiquito (León tenía 1 año y medio). La obra “El violinista en el tejado” lo mismo, la disfrute mucho pero era acostarme todos los días a las 3 de la mañana y el cine te diría que es lo más artesanal, tenes tiempo. En otros países me paso que hacia televisión con tiempo cosa que acá no. Me gusta la tele pero la que hacia en España que hacíamos un capítulo por mes o cada 10 dias.
CP: ¿Cómo fue la experiencia en El Violinista en el Tejado? Primera vez en un musical
SG: Fue como tocar el cielo con las manos. Artísticamente, humanamente. En la última función terminamos todos llorando. Fue muy emocionante todo. Los teatros hermosos, el Astral y el Nacional que siempre quise trabajar ahí. El director era lo mas. Iba feliz todas las noches al teatro.
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- Escrito por eqradio
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