Por Gastón Estrampes.Metallica regresa al ruedo con su más reciente lanzamiento, “72 Seasons”. Disco esperado por la comunidad metalera y también por los amantes de la música en general, ansiosos de conocer si la banda de Hetfield, Ulrich, Hammett y Trujillo aún tienen ese mojo que los hace la banda más resonante del metal. Los mayores interrogantes que puedan rodear a una banda como Metallica a esta altura de su carrera tal vez tengan que ver con qué es lo que puedan ofrecer, tanto para sus oyentes de toda la vida como para aquellas nuevas generaciones que quieran incursionar en el género y tomen (como corresponde) a Metallica como un referente para poder ingresar al mundillo del heavy metal. Porque si hay algún reto que la banda de San Francisco deba vencer, es el de llegar a los corazones de los centenials que han sido apoderados de otros géneros musicales adversos al heavy metal. Hay que ser sinceros en una cosa, hoy Metallica no es mainstream para los jóvenes de 20 años, que desde un punto de vista capitalista, son el mayor mercado consumidor de plataformas de streaming musical, dónde hoy por hoy está el dinero. Si bien Metallica ha tenido un acercamiento hacia esta nueva generación que ha conocido a la banda gracias a la participación de su canción (hay que ponerse de pie cuando se la nombra) “Master of Puppets” en la última temporada de Stranger Things. La inclusión de lo que es un himno para cualquier metalero random en la serie de Netflix, implicó que muchos jóvenes se acercaran a Metallica y a su disco más vendido, ansiosos de consumir un sonido renovador para sus vidas, así como lo fue para la juventud ochentera en sus días de gloria. El título del álbum trae consigo algo de esto, ya que en palabras de su cantante, James Hetfield, hace referencia a "los primeros 18 años de nuestras vidas, que forman nuestro verdadero o falso yo... Gran parte de nuestra experiencia adulta es recreación o reacción a esas experiencias de la infancia”. Ante esta nueva posibilidad de seguir ampliando su público de escuchas y de incrementar sus seguidores en las redes, y que probablemente acabe con más gente que pueda concurrir a sus recitales; la banda de Hetfield y compañía traen “72 Seasons” como un faro de luz que brilla en la oscuridad del hard rock en este 2023. Que si bien apenas tenemos 4 meses de comenzado el año, podríamos anticipar que este es uno de los lanzamientos del 2023. Como todo lanzamiento esperado, el primer tema que de comienzo del disco debe sentirse como una patada en la quijada. Esto es lo que hace precisamente “72 Seasons”, que funciona como si fueran los primeros 8 minutos de una película de Jhon Whick. Frénetica, oscura y sin posibilidad de salir de lo que se está escuchando. La canción de apertura te sumerge inmediatamente en lo que fue, es y será para la eternidad Metallica. Es justamente este tema al cual James Hetfield compara con el nombrado anteriormente “Master of Puppets”, describiéndolo como un renacer de esa ira y sonido ochentero olvidado por la banda en sus anteriores trabajos. Si bien es cierto que de los últimos trabajos realizados por los reyes del metal en el nuevo milenio, podemos resaltar como extraordinario al disco “Death Magnetic” mientras los demás se pierden en una nebulosa semiolvidada que siguen la estela de la etapa Load y Reload de fines de la década del 90, que suenan a un estancamiento del género per se. Es por esto que Metallica intenta rescatar lo mejor de sí mismo invocando a su vez sus mejores recuerdos musicales. Pero un rayo de luz no puede ser apreciado si no hay una oscuridad a su alrededor que la envuelva. En este caso, la oscuridad es provista por las letras que acompañan la música en todo “72 Seasons”, ya que entonan las más recientes experiencias de rehabilitación que Hetfield ha padecido en los recientes años. En 2019, Hetfield ingresó nuevamente a rehabilitación, una experiencia que claramente informa una parte de las letras de 72 Seasons. “Tentación, tentación”, sigue repitiendo mientras “If Darkness Had a Son” entra en acción. Se basa en el principio de Alcohólicos Anónimos de acercarse a la recuperación un día a la vez. Mientras que la canción “Chasing Light” tiene al cantante "abajo y afuera", temblando con "retiradas profundas" y diciéndose a sí mismo “Vamos, dale un respiro al chico”, suplica, “o se romperá”. “Screaming Suicide” otro ejemplo de cómo todos podemos tener nuestros propios impulsos que no hacen otra cosa que matarnos poco a poco, mientras nos escondemos dentro de nosotros mismos imposibilitando la capacidad de recibir ayuda externa. En términos musicales, la frutilla de la torta la encontamos con el tema Lux Æterna, canción largada como sencillo promocional, que a su vez compone el track más corto del disco con sus 03’21’’ de duración. La canción en sí es, esencialmente un homenaje a Diamond Head, cuyas letras al mismo tiempo cantan un himno a la hermandad de la comunidad del heavy metal, haciendo un guiño al álbum debut de Metallica ("a toda velocidad o nada", canta Hetfield, recordando la declaración de misión de “Motorbreath” que se encuentra en “Kill’em all”). La composición final de la estructura del disco con el bloque “You must burn”,”Crown of barbed wire”, “Too far to gone” y “ Room of mirrors” da la sensación de que hace falta una pausa para poder apreciar justamente todo el poder y descontrol auditivo que estamos presenciando. En todo buen disco metalero podemos encontrar esa power ballad que nos hace reencontrarnos con la banda. Si bien Metallica lo ha hecho varias veces ya, como punto flojo de “72 Seasons” podemos encontrar que le hubiera venido bien una de estas al álbum. Sobre todo para poder sentir la calma que anticipa la tormenta del final del disco. La duración del disco no es cosa que podamos pasar por alto. Ya que escucharlo en su totalidad nos llevará una hora y veinte minutos de nuestras vidas. Y aquí es dónde el objetivo principal que tiene la banda frente al nuevo publico desconocedor de Metallica, da una de sus primeras batallas. Ya que la generación centenial se distingue por consumir contenidos cortos, rápidos y sobre todo olvidables. Mientras más resumido mejor. Y esto no es algo que sea compatible con la filosofía musical de Metallica. No. Metallica se toma sus tiempos para contar sus cosas. Es cierto, las canciones podrían ser resumibles y màs “radiofriendly” pero la cosa no funciona así. Ejemplo de esto es el tema que cierra el álmbu: “Inamorata”. 11’11’’. Una duración capicúa que cierra el viaje de las 72 estaciones metaleras. Evocando esas viejas y añoradas épocas de “… And justice for all”, Metallica rinde pleitesía a los verdaderos fanáticos que han ido cosechando en toda su carrera. No importa la edad que tengas. Si llegaste hasta el final del disco y le dedicaste atención a este último tema, quedate tranquilo que nadie podrá dudar jamás de tu gusto musical metalero. Metallica premia a sus fanáticos haciendo realidad la famosa frase bíblica: “los últimos serán los primeros y los primeros serán los últimos”. Valoración final: 3/5